Debido a los procesos de globalización y la saturación de los mercados europeos, muchas empresas que antes estaban centradas en Europa han empezado a considerar nuevos destinos. Entre ellos, China es uno de los más apreciados, ya que representa el mayor mercado mundial, tiene una población extensa y es el país de mayor crecimiento económico del mundo desde la década de los 80. Gracias a su peso económico y demográfico podemos estimar que China marcará el futuro del siglo XXI.
La República Popular de China es la segunda potencia según el PIB, sólo después de EEUU; es el cuarto país más extenso del mundo y el segundo más poblado, contando con un 20% de la población mundial, 1.375.000 millones. En el año 2013 registró un crecimiento superior al 7,7%, y aunque ha experimentado una pequeña desaceleración, se estima que vuelva a alcanzar el 6% del crecimiento, valor muy superior incluso a la media mundial. Debido al desarrollo experimentado en los últimos 30 años y a un crecimiento económico nada desdeñable, en la actualidad hay más de 400 millones de consumidores con un poder adquisitivo equivalente al europeo medio, que además reconoce y estima los productos
occidentales. De hecho, los empresarios chinos venden productos europeos para mejorar su
imagen y captar más clientes; así como los consumidores buscan y compran productos
occidentales por su calidad y como signo de distinción.
Para entender las oportunidades que ofrece este país, hay que tener en cuenta también que China, a la vez que gran exportador, es un gran importador mundial. En la actualidad, más de la mitad de la población sigue siendo rural. Sin embargo, sólo un 14,5% de la superficie es cultivable debido a las grandes zonas desérticas que ocupan el oeste y las cordilleras montañosas. Esto explica porque les es necesario importar al menos el 60% de los productos agroalimentarios.
Así mismo, China cuenta con grandes reservas de carbón y de minerales, y controla más puntos de extracción en el extranjero que en su país. Posee 150 tipos de minerales, es el mayor productor mundial de carbón, y uno de los mayores de antimonio, grafito natural, aluminio, acero, zinc, etc. Sin embargo, es el mayor consumidor de acero, dado el gran
volumen de infraestructura construida anualmente. China importa gran cantidad de recursos
debido a su insuficiencia tecnológica y una rápida industrialización del país que le impide llegar a sus reservas al ritmo deseado, por lo que de nuevo, requiere de un importante volumen de importaciones.
Por todos estos factores, podemos decir que además de importar de China, se puede
exportar a China prácticamente todo, desde productos agroalimentarios pasando por
materias primas, maquinaria, tecnología, a moda, servicios turísticos, etc. y representa por ello, una gran oportunidad de negocio para las pymes españolas.