Las pymes que antes sólo se dedicaban al mercado interno, hoy en día maduro y afectado
por la caída del consumo, han empezado a mirar hacia otros destinos donde colocar sus productos a raíz de la crisis económica mundial. Por necesidad o convencimiento, cada vez
hay más pymes que se deciden a internacionalizarse. Entre las algunas de las principales
ventajas para las empresas que se deciden a dar este paso, encontramos las siguientes:
- La Internacionalización evita la desaparición de las pymes, o que éstas sean adquiridas por
una empresa más grande. Ya que normalmente, las compañías más grandes tienen más
margen en los precios y unas estrategias de marketing más agresivas. - Las empresas que se internacionalizan se convierten, a medio y largo plazo, en cuatro
veces más grandes que las que no invierten, y en dos veces más grandes que las que no
exportan. - Son más competitivas, puesto que tienen mayores índices de productividad y obtiene un
volumen de negocio 50% superior a las que no lo hacen. Por lo que pueden generar más
empleo, de mayor cualificación y mejor remunerado. - Es un escudo contra la crisis. Ya que resisten mejor los ciclos económicos adversos al estar
diversificadas en distintos mercados. Son más competitivas y pueden crecer incluso en
épocas de recesión económica. - La internacionalización permite buscar oportunidades en mercados con mayor potencial
de crecimiento. Especialmente, las empresas se dirigen a los países llamados BRIC: Brasil,
Rusia, India y China. O a los “next eleven”: Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Corea del Sur, Turquía y Vietnam. - En el caso particular de las empresas que trasladen determinadas actividades e incluso
partes enteras de la cadena de valor, puede ajustar los costes o capacidades, adquiriendo en el país de destino nuevas capacidades y recursos (materias primas, tecnología, capital humano…). Por ejemplo, los trabajadores locales proporcionan valor añadido por el conocimiento del entorno socioeconómico y cultural, y por otro, la proximidad de los recursos materiales disminuye los gastos en transporte y logística. - Afianza la marca. Es más fácil desarrollar una marca de empresa, y la de cada uno de los
productos/servicios donde se implanta, porque ya se comercializa en su país de origen como
un producto o servicio con éxito. Como indica el anuncio de TV: “porque miles de personas
ya lo han probado”.
No obstante, para exportar es necesario conocer las peculiaridades de cada mercado y establecer buenas conexiones con el país de destino. Para las pymes puede ser difícil
conocer las tendencias de la economía mundial para aprovechar las nuevas oportunidades
comerciales, y definir una estrategia que resulte en una internacionalización exitosa. Por
ello, se puede acudir a una agencia de exportación con sede en el país de destino, puesto que ellos cubren toda la operativa de exportación. Entre sus funciones se encuentra la identificación de proveedores o compradores en diferentes países, la negociación de
condiciones, la financiación, gestión logística y aduanera, distribución del producto y venta
final.